Hace mucho tiempo, las hadas
acompañaban a los niños, eran las encargadas de los colores y de los olores, se les daba muy bien; pero se dieron cuenta de que los niños tenían muchos
problemas complicados que a veces no se podían arreglar fácilmente. Lo hablaron y decidieron que iban a dedicarse tambien a cuidar de los niños y a ayudarles con las
cosas más complicadas.
Un problema que tenían muchos niños
pequeños era miedo por la noche; así que las hadas crearon una luz
especial que se encendía sola al anochecer y, mientras lucía, nada malo podía pasar.
Otro problema que tenían muchos niños es
que les costaba aprender a andar; así que inventaron unos polvos mágicos que
hacían que los niños tuviesen muchas ganas hacerlo y así practicarían hasta
conseguir andar bien.
Pero había otro tipo de problemas que
resolver y era el de los niños que olvidaban cosas que ya sabían hacer antes. Algunos niños olvidaban cómo lavarse los dientes, otros olvidaban cómo
limpiarse la caca y otros olvidaban cómo ponerse el pijama.
Estas eran cosas que se podían arreglar fácilmente con los polvos mágicos; pero había algunos niños que olvidaban cosas más complicadas como por ejemplo, tragar, y ese era un problemón porque podrían atragantarse. Para esos problemas hacía falta algo más que polvos mágicos.
Estas eran cosas que se podían arreglar fácilmente con los polvos mágicos; pero había algunos niños que olvidaban cosas más complicadas como por ejemplo, tragar, y ese era un problemón porque podrían atragantarse. Para esos problemas hacía falta algo más que polvos mágicos.
La luz nocturna no valía porque no
funcionaba por el día, que es cuando los niños comen, debía ser algo que
pudieran llevar siempre y que si se les perdiera fuese fácil volver a dárselo….
.
Las hadas pasaron tres días y tres noches
pensando qué sería lo mejor y entonces al hada del color rojo se le ocurrió que
una pulsera sería buena idea, los niños podrían llevarla puesta y como es una
cosa pequeña, si se les perdía siempre se les podría enviar otra. Las hadas
se lo pensaron un poco y decidieron que era una gran idea; así que se pusieron
manos a la obra.
Las hadas tardaron dos días en crear la
magia de las pulseras, es mucho tiempo, pero era una magia muy poderosa, quien
llevara esa pulsera nunca se olvidaría de tragar y si se hubiese olvidado se
acordaría de nuevo y jamás se atragantaría. Eso si, era imprescindible tener la pulsera puesta
o bien guardadita en su propia habitación, no valía dejarla por la casa.
Le enviaron a todas las hadas una bolsa
de pulseras preparadas para dárselas a los niños que las necesitaran.
Y desde entonces las hadas cuidan a los niños y les ayudan cuando tienen problemas, aunque sea algo tan complicado como no poder tragar.
Y desde entonces las hadas cuidan a los niños y les ayudan cuando tienen problemas, aunque sea algo tan complicado como no poder tragar.
No hay comentarios :
Publicar un comentario