Introducción

Hay cuentos de hadas, dragones, caballeros, magos, extraterrestres y personas. Hay cuentos cortos e historias largas...


Habia una pestaña que apuntaba al blog de cuentos de mi hija ahora inactivo.

miércoles, 1 de marzo de 2017

El problema de Martín


Martín tenía 5 años, cada mañana se levantaba temprano, se vestía muy rápido y después de desayunar se iba al cole de la mano de su mamá.

Un lunes por la mañana salieron a la calle camino del colegio como todos los días, Martín estaba cansado porque había jugado mucho el fin de semana e iba adormilado de la mano de su madre, de hecho la noche anterior se había quedado dormido sin darse cuenta mientras jugaba; así que tardó un rato en darse cuenta de que el camino del cole había cambiado, las casas estaban ahí pero ya no eran iguales, el cielo tenía un color azul muy raro, el suelo verde oscuro y la piel de su mamá era de color azul ¿qué había pasado? Empezó a preocuparse y le dijo a su mamá:

- ¿por qué tienes la piel azul mamá?

Su mamá le miró extrañada y le dijo, señalando su manita.

- La tengo como siempre, como tú ¿ves?

Llegaron a la puerta del colegio, su mamá le dio un beso y le deseó que tuviera un buen día, como siempre: Martín entró en el cole y se fue al patio a buscar a su amigo Roberto para contarle lo que estaba pasando, estaba convencido de que su amigo seguiría siendo normal, pero cuando se encontró con él se dio cuenta de que también era azul y le dijo:

- ¿Te has dado cuenta de que eres azul?

Y Roberto le dijo:

- Yo soy como siempre, no digas tonterías.

Martín estaba cada vez más preocupado, empezó a pensar que estaba enfermo y cuando entró a clase intentó actuar como si no pasara nada, participó en la asamblea, hizo el trabajo de lengua.... todo sin problema, pero cuando llegó la hora de rellenar las fichas empezó a tener problemas.

Había que colorear de rojo, amarillo y verde unas figuras, pero él no veía ninguna pintura de color rojo, amarillo o verde en su estuche ni en el de los demás.

Sus compañeros parecían no tener problemas para hacerlo, así que pensó que debía estar muy enfermo y le pidió a su maestra que le llevara a la enfermería porque no se encontraba bien.

Al llegar le dijeron que se sentara y esperara un ratito porque estaban atendiendo a otros niños.

Martín se sentó y empezó a mirar a su alrededor, todos eran azules y las enfermeras llevaban bata azul. Había un niño azul llorando en una camilla, una señora azul se acercó a él, tenía pinta de ser la médico, y con ayuda de una enfermera vendaron su brazo.

Al otro lado de la sala había una niña azul sentada con cara de susto, tenía el pelo verde y rizado y le sangraba mucho una rodilla, la sangre era de color morado. Una enfermera azul con bata azul se acercó a ella, le limpió la herida y le puso una venda.

A los pocos minutos apareció una mujer azul que fue hacia el niño de la camilla y le abrazó, debía ser su madre.

Martín pensó que todo parecía muy normal, solo que era de otro color.

Cuando le tocó el turno a Martín, la enfermera se sentó a su lado y le preguntó qué le pasaba, él empezó a contarle que veía a todo el mundo de color azul y que solo a él le parecía raro. Le contó todo lo que había visto desde que salió de casa y ella le escuchó con mucha atención, cuando terminó de hablar la enfermera le dijo:

- Espera un momento, voy a por una cosa que creo que te va a ayudar.

Se levantó y empezó a rebuscar por los cajones de la mesa, se acercó al médico y empezó a hablar con ella en bajito… Martín estaba intrigado ¿qué iban a hacer?.

La médico se levantó, abrió un armario y sacó una cosa que Martín no podía ver bien; la enfermera la cogió, se acercó a él, se la puso delante de la cara y le dijo “mira al espejo”.

Martín se miró al espejo y se dio cuenta de que llevaba puestas unas gafas azules, seguramente había dormido con ellas puestas.

Se quitó las gafas y todo volvió a ser normal, qué mal rato había pasado.





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